miércoles, 24 de febrero de 2010

estrella terrestre

Una estrellita que nunca colgó del cielo. Un soñador que despertó en una pesadilla. Un Payaso que quiso ser el Pez de las aguas más profundas sin nostalgia de la luz del Sol. Una melancolía por un recuerdo de algo que ocurrió hace tanto que es como si nunca hubiese sucedido. Me gustaría, en el fondo, darle la vuelta a todo y convertir el suelo en techo. Soñar despierto cosas hermosas. Como antes de ser Pez olvidadizo. Tal vez haya encontrado una respuesta al caminar encorvado mirando solamente en dónde pongo los pies. De repente me acordé de cuando era niño.

sábado, 6 de febrero de 2010

botín y dolor

Las revelaciones  aparecen sin avisar. Se van forjando en el sótano de mi memoria y de pronto se lanzan a interrumpir en lo que estaba pensando. Me quité unas botas que llevaba usando desde hace un tiempo, desde la última vez que alguien fue amable conmigo y me regaló una ducha caliente y un nuevo calzado acorde con la temperatura invernal. Un pie me dolía más que el otro. Muchísimo más. Me retiré también los calcetines: un clavo del tamaño de mi dedo meñique clavado en mi talón duro y seco. Apenas había sangre. Me pregunto si es porque no me queda. Seguro que estaba infectado. Hay gente que te hace daño sin querer. Esos no los odio. Odio a quien hace daño, queriendo o no, y le es indeferente. La infección debió causarme las fiebres... o puede que no. Días y días, meses y... ¿años? he caminado descalzo y no me ocurrió nada de tobillos para abajo. Pero la vida es una madeja de sucesos fortuitos, me esconda dentro de una pecera o no. ¿Esta filosofía barata es propia de mi o me la causa también la infección? Y si el clavo es un sueño producto de mi mente enferma, y el dolor es causado simplemente porque el calzado no es de mi talla? No sé que hacer, porque mis recuerdos aumentan, pero no sé si vivo en mi subconsciente o el universo real es como una pesadilla... El estómago también me duele. ¿Hace cuanto que no como?